Abriste una botella increíble. Compartiste una copa, o dos, pero quedó vino en la botella. ¿Y ahora? ¿Se arruina? ¿Cuánto dura? ¿Dónde la guardo? Si sos parte de la comunidad vinovadora, seguro ya te lo preguntaste alguna vez.

No te preocupes, te traemos los mejores consejos para que esa botella que tanto te gustó no pierda su magia en el intento.

1. Cerrá bien la botella (¡no con cualquier cosa!)

Si el corcho está en buen estado, volvelo a colocar (¡al derecho!). También existen tapones especiales al vacío que eliminan el oxígeno, el gran enemigo del vino una vez abierto. Este simple gesto puede extender la vida del vino de 3 a 5 días.

2. Guardala en la heladera (sí, aunque sea un tinto)

El frío retrasa la oxidación. Así que no importa si es blanco, rosado o tinto: una vez abierta, la heladera es el mejor lugar. Cuando quieras volver a disfrutarlo, dejalo unos minutos a temperatura ambiente si es un tinto, o servilo directo si es blanco o rosado.

3. Pasala a una botella más chica (si sos detallista)

Si tenés una botella chica y limpia, podés trasvasar el vino que quedó para reducir la cantidad de aire dentro. Menos oxígeno = más vida. Esta opción es ideal si abriste una botella muy especial y querés disfrutarla de a poco.

4. Evitá el calor y la luz

Dos grandes enemigos del vino: el calor y la exposición directa a la luz. Por eso, nada de dejar la botella abierta sobre la mesada o cerca del horno. ¡Ni hablar del auto!

5. Prestá atención a tus sentidos

Si el vino ya cambió de color, tiene olor avinagrado o sabor metálico, lo mejor es decirle chau. Pero si conserva su aroma, frescura y equilibrio, todavía está listo para acompañarte.


Bonus vinovador: ¿y si lo usás para cocinar?

Un vino abierto que ya no está en su mejor momento para tomar, puede ser perfecto para realzar una salsa, un guiso o una cocción lenta. No lo tires: transformalo en sabor.


 

En Vinovadores, creemos que cada botella cuenta una historia. Y si todavía tiene algo para decir, vale la pena conservarla bien. Explorá, descubrí y disfrutá hasta la última copa.